Plaga de roedores
Si hay algo que define a las ratas, es persistentes. Son capaces de atravesar metal si se lo proponen. Si acceden a su inmueble podrían llegar a contaminar sus alimentos y generar gravísimas enfermedades. Las ratas pueden crear daños económicos también, como roeduras o dañar tuberías, muebles, suelos en busca de alimentos o para anidar.
Las transmisiones de graves enfermedades son otra características de los roedores a través de los excrementos o contaminando alimentos como patógenos de la orina.
La Rata Gris
La Rata Gris suele excavar y realiza amplias galerías subterráneas donde se encuentra su madriguera. Habita en zonas normalmente bajas, aunque tiene una muy buena capacidad para trepar. Precisa agua cerca. Solemos encontrarla en el alcantarillado, en zonas con deshechos orgánicos, basureros, riachuelos cerca de zonas urbanizadas, en graneros, etc.
Cuando la encontramos en el interior de un inmueble, normalmente ha entrado para alimentarse, y su radio de acción está alrededor de 50 metros. Si es necesario, puede desplazarse a distancias muy superiores. Pesa unos 500 gramos, es la mayor de las ratas urbanas, y su longitud puede llegar a los 25 centímetros, sin contar la cola, que es más corta que es cuerpo. Come “de todo”, desde restos a cadáveres de animales o cualquier tipo de alimento o desperdicio orgánico. Es más proliferación que la Rata Negra.
La Rata Negra
Su color varía en función de la zona donde habita, pasa de coloración casi negra, a grises claros e incluso blancas en la zona del vientre.
Es de costumbres arborícelas, a diferencia de la Rata Gris, prefiere “las alturas” y su rango de movimientos es superior, sobre los 100 metros. Puede alcanzar los 22 centímetros contando la cabeza y el cuerpo. Puede pesar unos 300 gramos y su cola es más larga que el cuerpo. Come “de todo”, pero prefiere frutas, verduras y granos.
Igual que la Rata Gris, cuando la encontramos en el interior de un inmueble, normalmente ha entrado para alimentarse, y debemos investigar las vías de entrada.
Ratón Doméstico
Aunque por su tamaño podríamos pensar lo contrario, el ratón doméstico es el roedor que provoca más daños económicos y que tiene una distribución más amplia. La vida del ratón depende completamente de la presencia del hombre, realizando sus madrigueras en el interior de las viviendas o inmuebles, a diferencia de la Rata común y de la Rata negra.
Come “de todo”, utiliza la orina para señalizar el territorio lo que produce mal olor en aquellos espacios donde habita. Siempre que puede se desplaza muy pocos metros, y realiza su vida cerca de la madriguera. Es capaz de desplazarse a zonas alejadas en caso de necesidad. Suele comer muy poco (3 gramos al día), lo que dificulta su control mediante cebos.
Si lo desea puede ponerse en contacto a través del siguiente formulario. Un especialista en el control de plagas le responderá lo antes posible.